Nuestros sistemas de purificación domésticos tienen entre 3 y 6 etapas. Todos los sistemas contienen una serie de filtros ya sea de sedimento, de carbón activado, posfiltros, además de lámpara ultravioleta y/o membrana de ósmosis inversa.
Lámpara Ultravioleta
Al hacer pasar el agua a través de una lámpara que emite rayos ultravioleta se elimina la contaminación microbiológica. Cuando los microorganismos tienen contacto con la radiación UV son automáticamente destruidos, logrando una exterminación del 99.99%.
Filtro de Sedimento
Se utiliza para la eliminación de sólidos suspendidos derivados de la corrosión de las tuberías del agua, granos de arena, pequeñas partículas de materia orgánica, partículas arcillosas u otra partícula pequeña que esté presente en el agua suministrada.
Membrana de Ósmosis Inversa
Elimina sólidos disueltos como el sarro, metales pesados como el plomo, químicos inorgánicos y otros contaminantes. Se basa en la circulación forzada del agua a través de una membrana semipermeable. Si la presión ejercida es superior a la presión osmótica, la membrana actúa como barrera para las sales y/o moléculas, rechazándolas y obteniendo entonces dos corrientes: una libre de sales y la otra concentrada en sales que es rechazada.
Filtro de Carbón Activado
Elimina cloro, mal olor y sabor, así como sólidos pesados como plomo y mercurio. Además remueve los contaminantes orgánicos del agua (restos de insecticidas, pesticidas, herbicidas y bencenos, así como derivados del petróleo). Existen filtros de diferentes medidas según el tamaño de partículas que retiene.
Filtro Post-Carbón
Último proceso de purificación, sirve para eliminar y pulir mínimas partículas que hayan quedado en el agua. La misión de este filtro es eliminar el posible sabor residual que pudiera resultar del paso del agua por la membrana de ósmosis y regular el PH del agua de salida .